Luego de haber hecho algunos viajes de 3 días, por mi cuenta, por España, decidí comenzar a visitar otros países europeos en el nuevo año. Comencé por visitar Portugal en enero, pero con mi novio. Y entonces, para el mes de febrero y para celebrar el salir de mis exámenes finales del primer semestre, planifiqué mi viaje a Viena, por recomendación de una amiga que había vivido un tiempo en la ciudad. Fun fact: esta ciudad es súper económica para visitar.
Anécdota: había salido de mis finales hace unos días y esa misma noche armé tremendo desmadre en mi apartamento con mis amistades. Mis compañeras de piso estaban súper molestas conmigo (100% convencida que me odiaban) así que las evité hasta irme a Viena. Allá compré chocolates para regalarles a ver si no me botaban. Funcionó, creo.
Llegar
Compré los pasajes ida y vuelta, con al menos 3 meses de anticipación, por RyanAir. Costaron menos de 100 euros y son casi dos horas de viaje.
Dónde quedarse
Me quedé en Wombats City Hostel Vienna - The Naschmarkt. Lo encontré y separé por medio de HostelWorld y era 12 euros la noche. Suuuuuper económico y excelente (además de buenísima localización).
Primer día
Llegue al medio día a Viena y luego de encontrar la manera de cómo llegar a la ciudad bajo lluvia, finalmente llegué al hostal. Me acomodé en mi cuarto y me fui a encontrar algún lugar para almorzar. Terminé en un restaurante local llamado Weiden Brän el cual también es una pequeña cervecera con una terraza.
Luego de comer y probar una cerveza local, visité el Schönbrunn Palace y sus alrededores. Fue una tarde relajada visitando este palacio y caminando por su parque y jardines sin prisa alguna. También vi el atardecer sentada en un banco del jardín. Este palacio tiene 1,441 cuartos y en primera instancia era un área de casería de la realeza desde el siglo 16 hasta el siglo 17, casi 18. El palacio que se aprecia al día de hoy, fue construido en el siglo 18 y servía de casa de verano (o hasta residencia principal) de la monarquía Habsburg. Luego de la caída de la monarquía en el siglo 20, se conservó como museo.
Después, entré a St. Peter’s Church y terminó mi primer día en Viena. Esta iglesia barroca fue construida en el siglo 18.
Segundo día
Para el segundo día no tenía ningún daytrip planificado por dos razones: otros lugares a visitar dentro de Austria que valían la pena eran muy lejos o caros, y había mucho por ver en Viena.
Comencé mi día desayunando en el coffee shop que Freud frecuentaba (porque él era de Viena y obvio, tenía que ir como buena estudiante de psicología que soy) llamado Café Central. Era tan fancy que no estaba ni segura cómo comerme el desayuno (pero creo que eso solo tenía que ver con los desayunos austriacos, no de lo fancy que era el restaurante, me pasó en otros sitios).
Después, continúe caminando sin rumbo por la ciudad. Explorando todas sus calles, apreciando la arquitectura y todo lo que me rodeaba. Una vez más, me sentía libre, feliz e impresionada por cada detalle que encontraba en cada esquina. Terminé encontrando el museo de Mozart, una de la docena de residencias en las que vivió en Viena, pero la única que sigue en pie al día de hoy. En ella vivió de 1784 a 1787, y fun fact: ahí compuso su famosa ópera llamada “Marriage of Figaro”.
Luego, subí a la torre que colinda con St. Stephen’s Cathedral. Para llegar al tope hay que subir 373 escalones, en forma de espiral, súper estrechos.
Continué caminando, visitando diferentes plazas que me encontraba en el camino, siguiendo edificios hermosos que veía a lo lejos. En una de estas plazas, vi otra iglesia que me llamó mucho la atención y decidí entrar: St. Michael’s Church. Es una de las iglesias más viejas de la ciudad y uno de los pocos edificios románicos que aun quedan en Viena. Esta fue construida en el siglo 13 y ha tenido varias reconstrucciones, siendo la última en el siglo 18.
Luego, terminé sentándome un rato en la grama en un jardín/parque llamado Burggarten.
Lo próximo en mi día fue visitar el museo que se convirtió en mi favorito, en el #1 de todos los que he visitado, el Kunsthistorisches Museum. Aquí estuve horas, porque además de ser enorme, era hermoso, lleno de detalles y súper interesante. Es el museo de arte más grande del país y uno de los más importantes en el mundo, establecido en el siglo 18. Es un museo de historia del arte, pero también se le conoce como museo de bellas artes.
Para finalizar mi segundo día, fui a Albertina. Además de ser un típico palacio con cuartos impresionantes, tiene la sala de impresión más grande y de las más impresionantes en el mundo, establecido en el siglo 19. Contiene más de 65,000 dibujos, 1 millón de impresiones antiguas, trabajo gráfico y dibujos arquitectónicos. También tienen exhibiciones temporeras.
Durante el día, almorcé tarde en un restaurante llamado Bier & Bierli. Era bastante peculiar (por su decoración) con comida austriaca y cerveza local. Antes de regresar al hostal, fui a una pastelería llamada Aida y comí un pedazo de bizcocho a recomendación de mi amiga que vivió un tiempo allí (muy recomendado).
Tercer día
En mi último día en la ciudad, desayuné en el mercado que estaba frente a mi hostal: The Naschmarkt. Específicamente, en Orient Occident y fue excelente.
Luego, me dirigí hacia otra iglesia: Paulanerkirche. Esta era otra iglesia barroca del siglo 13.
Después de esta, también visité otra iglesia barroca súper impresionante llamada St. Charles Church. Esta es considerada como uno de los mejores edificios de Viena y la iglesia barroca más excepcional de la ciudad. Fue construida en el siglo 18 en nombre del santo patrón Charles Barromeo venerado como el curador de plagas, poco luego de haber pasado una epidemia en Viena.
Brevemente fui al museo Romano (Wiën Museum Römermuseum) que era bastante pequeño, pero muy interesante. Lamentablemente, no tengo fotos. Contiene las ruinas de un campamento militar romano y toda la historia al respecto. Después, finalmente, visité el Belvedere, el cual los palacios, museo, sus jardines y alrededores eran espectaculares. El Belvedere como tal es un complejo compuesto de dos palacios, un invernadero y unos establos. Este complejo de estilo barroco fue construido entre el siglo 17 y 18 como residencia de verano del príncipe Eugenio de Savoy.
Fun facts:
La famosa obra Requiem de Mozart solo se toca de manera distintiva y clara en St. Stephen’s Cathedral.
El croissant, conocido como francés, en realidad se creó en Viena.
El MuseumQuartier el complejo de museos más grande Europa.
Si eres amante de la psicología, es muy probable que conozcas esto: Viena es el lugar de nacimiento de la psicoterapia y el psicoanálisis, con Viktor Frankl, Sigmund Freud, Alfred Adler, entre otros llamando la ciudad su hogar.
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